Country House La Fattoria Bellandi
Servicios principales
- The lagest option:
- 2 huéspedes
- 1 cama
- 1 dormitorio
Ubicación
La Country House La Fattoria Bellandi Hostal está situada a una distancia de 4 km de la Fattoria y permite a sus huéspedes practicar senderismo y equitación.
La Riserva naturale di Lucciolabella está a unos 10 minutos en coche.
La decoración interior cuenta con escritorio, además de vistas a los valles circundantes. Country House La Fattoria Bellandi Hostal ofrece bidé, inodoro separado y ducha, además de comodidades como secador de pelo y gorro de ducha.
Los huéspedes también pueden disfrutar de minibar durante su estancia. El aeropuerto más cercano es el aeropuerto Perugia, ubicado a 95 km de esta casa rural.
Reseña de un crítico de hotel
La Fattoria Bellandi es, sin lugar a dudas, un verdadero tesoro escondido en el corazón de la Toscana. Desde el momento en que llegamos, el ambiente cálido y acogedor nos hizo sentir como en casa, gracias a la amabilidad de Enza y Giovanni, que son simplemente encantadores. Las habitaciones, amplias y decoradas al estilo toscano, ofrecen unas vistas impresionantes de los suaves valles y colinas que nos rodean, haciendo que cada despertar sea algo especial. La experiencia culinaria es espectacular; cada plato que probamos estaba hecho con ingredientes locales frescos y servidos con un toque auténtico que denota la maestría de Enza en la cocina. Un punto alto fue la cena del primer día, donde Giovanni no solo nos recomendó un vino de la casa, sino que también nos llevó en un viaje a través de los sabores regionales que jamás olvidaré. El hotel también cuenta con un hermoso jardín y una terraza donde disfrutar de una copa al atardecer mientras la naturaleza nos regala un espectáculo visual. Sin duda, La Fattoria Bellandi se convierte en el punto de partida perfecto para explorar tanto los encantadores pueblos medievales cercanos como los viñedos que esperan ser descubiertos. Recomiendo encarecidamente reservar al menos dos noches para realmente sumergirse en este rincón de paz y gastronomía. ¡Ad maiora!